jueves, 4 de agosto de 2011

contexto...¿México?, mi México...

Como hablar del contexto en México. Como decir que es un contexto que me duele, que experimento en cada noticia con cada acercamiento. Como no decir que la visita que hice con la CCIODH cambio mi vida, cambio mi México me despertó de un fregadazo.

En 5 años que estado fuera del país, desde el septiembre del 2006, han sucedido toda una serie de cambios catastróficos. La represión y la violencia de estado con la afluencia en el poder, y la toma ilegitima de este por la ahora extrema derecha; la represión y violencia estructural de estado que se sabe fue ejercida de manera sistemática 70 años atrás. Ya no solo se de-sistematizo, sino que copto al sistema entero, haciendo aun sorprendentemente más atroz y devastador.

Encontrarme con mi gente, y encontrarme con la cara más vil del poder, esa sensación en el estomago de no pude ser, de ahora puedo ser yo, de injusticia que me calaba los huesos. Revive hoy día a día y más aún con la parte de trabajo de campo de la tesis, en la que me vuelvo a enfrentar a ese poder implacable, que pretende dejarte sin voz, sin aliento y cegarte para que no puedas ver, para que no tengas la capacidad de registrar toda la injusticia del entorno. Toda la vileza, toda la codicia, para que lo veas como un simple daño colateral.

Antes no era si, no lo veía.... sin embargo la era obscura ya nos había alcanzado muchas ocasiones antes, solo que no era accesible a mis ojos, aunque ha sido muy patente por momentos en masacres como lo de Acteal, las represiones inimaginables en Chiapas, Oaxaca, Atenco y al FDP y todas las dignas luchas que han sido brutalmente reprimidas, van conmigo a donde voy. Están conmigo ahora en Barcelona, me alcanzan en cada sueño en cada biblioteca, No comprendo como la gente no entiende, no ve, no mira no se detiene, no se da cuenta de la podredumbre con la que el estado, con la que los partidos, con las que las supuestas Honorables autoridades ejercen con el mas grande racismo, violencia y clasismo hacia su propio pueblo.

Aquí tampoco es tan diferente y he visto como en los últimos 5 años la vida ha llegado a a devaluarse hasta puntos espeluznantes. Devaluación que unos supuestos principios democráticos y una unión económica avalan. Pero también he visto gente como allá, gente valiosa que resiste, que no se calla, a la que no pueden mover, y que reacciona y resiste en y hacia muchos más lugares de los que imagine

Esto me da esperanza, a la vez de ponerme grandes retos y responsabilidades ineludibles.

Yo ya no soy más lo que era, sino lo que tenia el potencial de ser, si el 68 de Tlatelolco me marco desde muy chica, aunque en esa época yo aún no había nacido, si el helicóptero y las bengalas que dieron la señal para iniciar esa masacre me mostraron un valor diferente de la vida, Atenco, Oaxaca y Chiapas, me lo confirman, junto con miles de historias que ahora comienzo a reconocer de sitios hermanos en todo el globo y cercanos o lejanos a casa. Pero la dignidad que aún ahora con las calles invadidas de policía, ejercito o incluso marina y sicarios muestra la gente que se manifiesta, me muestra que hay un rayo luz, que es posible que cada vez seamos más y por consecuencia más difíciles de radicar. Para hacer las cosas de otra manera...

Seguimos...

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